Tarjetas de cumpleaños: Más que una felicitación

Débora
Débora

Soy fan de las tarjetas de cumpleaños. Lisa y llanamente. Me encantan. Disfruto diseñándolas y construyéndolas (o buscándolas y comprándolas cuando no tengo tiempo para hacerlas yo misma) y, sobre todo, disfruto entregándolas y viendo la reacción de las personas. La verdad es que dedico mucho más tiempo al ritual de buscar y preparar la tarjeta de cumpleaños perfecta para la persona que cumple años que en comprarle el regalo. De alguna manera tengo la sensación de que la tarjeta de cumpleaños, bien elegida, puede ser transmitir un mensaje mucho más íntimo que casi cualquier regalo.

 

tarjetas de cumpleaños

 

Regalos, un almuerzo entre amigos, una gran fiesta en casa, llamadas de teléfono, cientos de mensajes, la tarta con las velas… Todo ello forma parte del día de nuestro cumpleaños, pero las tarjetitas de cumpleaños continúan ocupando un lugar muy especial en esta celebración. ¿A quién no le hace ilusión recibirlas? De hecho, con la llegada del mundo digital, el whatsapp y las redes sociales, cada vez más gente se despreocupa de este pequeño detalle, y por ello el que sigamos dedicando un tiempo a prepararlas cobran más valor aún.

Mis amigas por ejemplo conocen muy bien mi afición por las tarjetas de cumpleaños (bueno, y por las tarjetas de boda, y por las invitaciones para fiestas infantiles y por…. 😉 ) y creo que esperan con mucho más interés mi tarjetita de cumpleaños que mi regalo. Como anécdota, hace dos años tuve una época malísima en el trabajo y, sin tiempo para nada, no pude preparar la protocolaria tarjeta de cumpleaños para una de mis mejores amigas. Como todos los años, nos juntamos el grupo de siempre para apagar las velas y entregar los regalos. Cuando terminó de abrir todos los regalos que había recibido sólo dijo una cosa: ¿Y mi tarjeta de cumpleaños?  No os podéis hacer una idea del disgusto que se llevó y lo mucho que lloró cuando le expliqué que me había sido imposible prepararla. Su respuesta me conmovió en lo más profundo: Mi cumpleaños no es un cumpleaños de verdad sin una de tus tarjetitas de cumpleaños. Es así, la tarjeta de cumpleaños puede ser algo tan personal que llegue a valorarse incluso más que el regalo. Como os podéis imaginar, al año siguiente preparé a mi amiga una tarjeta de cumpleaños tan especial como pude para compensar el desastre de haberle dejado sin ella el anterior 🙂

 

tarjetas de cumpleaños

Las tarjetas de cumpleaños perfectas

No importa si vas a comprarla o si vas a hacerla tú misma, las tarjetas de cumpleaños merecen que les dediques cariño si quieres que realmente sean especiales. Os dejo algunas pistas por si os sirven de ayuda para que consigáis esas tarjetitas de cumpleaños que sorprendan e inspiren a los vuestros:

  1. A la hora de elegir o diseñar la tarjeta de cumpleaños debes pensar en la persona a la que se la vas a regalar: ten en cuenta su personalidad y aficiones. El cumpleañero sabrá apreciarlo y sentirá que te has tomado la molestia de personalizarla pensando en él o ella.
  2. Tus tarjetas de cumpleaños deben reflejar también tu propia personalidad. Tu sentido del humor. Tu visión del mundo. Debe existir un lazo que permita al cumpleañero percibir que la tarjeta viene de ti y no es una más comprada en el supermercado al azar.
  3. Ponle siempre un toque personal. Nada más feo, aburrido e impersonal que una tarjeta de cumpleaños entregada tan cual se compró. No importa lo ocurrente que sea el texto que venga impreso o lo bonita que sean las imágenes que lleva: ponle siempre tu seña. Escribe, dibuja, colorea, deja el sello de tus labios, deja una poesía. Tienes mil opciones, pero hazlo tú. De tu puña y letra. No, firmar la tarjeta de cumpleaños no es suficiente 😉
  4. Si quieres que tus tarjetitas de cumpleaños sobresalgan, llamen la atención y signifiquen algo, necesitarás dedicarles un poquito de tiempo. Comprarlas a la carrera en la gasolinera camino de la fiesta es el camino seguro para entregar una tarjeta de cumpleaños anodina y vulgar. No digo que le dediques horas, solamente que si vas a comprarlas te tomes un rato para elegir en una buena tienda y pienses con algo de cariño qué mensaje quieres darle junto con la tarjeta. Si eres de las mías y te tira el hacer algo verdaderamente personal probablemente dediques un buen rato a preparlas.

Si sigues estos cuatro consejos a buen seguro conseguirás que tus tarjetitas de cumpleaños sean mucho más personales. Verás cómo las personas a las que se las regales sabrán apreciarlas. Puede que te cueste un poco al principio, pero lo que te puedo garantizar es que es un esfuerzo que merece la pena! Eso sí, ya sabes que cuando se acostumbren a recibir tarjetas de cumpleaños originales y personales ya no podrán pasar sin ellas! 🙂

 

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El detalle de Débora

[sociallocker] Un elemento esencial de las tarjetas de cumpleaños es el texto, claro. Y es precisamente en la dedicatoria donde más fallamos. Firmamos. Felicidades. Un abrazo. Besos. Y poco más, una pena. Más allá de la decoración, el sobre o la imagen, nuestra dedicatoria es sin duda el elemento más personal que podemos dar a las tarjetitas de cumpleaños.

Ya que estás con el bolígrafo en la mano, además de firmar escríbele algo a esa persona que te importa. No necesita ser algo elaborado o profundo. Simpremente cierra los ojos, piensa en esa persona unos instantes y escribe lo que te salga de manera natural. Sin más. Te sorprenderá lo fácil que es y lo mucho que va a agradecer el cumpleañeros esas frases que salen de verdad de ti y no de la imaginación del diseñador de turno de Hallmark.

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